CRUZ DE JORGE MANRIQUE
Se trata de un monolito, situado a 3 km del pueblo, donde cayó mortalmente herido el poeta Jorge Manrique. El material con el que está construido el monolito es piedra perteneciente a la catedral de cuenca. El recorrido de la carrera popular nos deja apreciar este monumento.
CASTILLO DE GARCIMUÑOZ
El estado actual de la fortificación es semirruinoso, pero se conserva todo su recinto hasta el nivel del camino de ronda.Sus muros, de casi tres metros de espesor, están construidos para resistir el ataque de la artillería de la época.Tiene forma de cuadrado irregular. Sus esquinas están fortificadas con cubos de planta circular. El del Norte era su torre del homenaje. Estos torreones tienen cúpula de ladrillo y estaban coronados con casamatas o amplias plataformas para el emplazamiento de la artillería.
Tuvo en tiempos dos plantas más la baja, dispuestas en torno a un patio central o patio de armas. En la primera planta destacan troneras de última época, denominadas de cruz y orbe. En el segundo piso de su lado Noroeste destacan cinco ventanas góticas con forma de cruz. Tanto en los lienzos como en los cubos posee el clásico cordón o bocel decorativo, característico de las fortificaciones del siglo XV.
La portada, que es una joya entre los castillos de España, está hecha con sillares. Su estilo es gótico isabelino y semeja un retablo de piedra tallada suspenso sobre el muro. En ella distinguimos dos partes: la inferior corresponde a la puerta que se halla a dos metros sobre el nivel actual del suelo, sus jambas se rematan con arco carpanel.La parte superior es una buharda o ladronera. En ella hay cuatro huecos de troneras en forma de llave invertida rematada en cruz.
CASTILLO DE BELMONTE
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El castillo de Belmonte es un singular edificio que, por su estado de conservación, por su especial estructura, y por su aspecto exterior, prácticamente el mismo que tuvo en el momento de su construcción, constituye un valioso tesoro patrimonial para su comarca, su región y para el conjunto monumental español. Fue construido en la segunda mitad del siglo XV, por orden de don
Juan Pacheco, primer Marqués de Villena. Era un momento de convulsiones y luchas internas en el reino de Castilla. El marqués se proponía acumular territorios y construir fortalezas para hacerse fuerte ante los problemas sucesorios que se avecinaban.
En 1456, en el cerro de San Cristóbal, se inicia la construcción del castillo. El comienzo efectivo de las obras se produce en 1457 y duran hasta 1472, en que quedaron detenidas. En 1474, fecha de la muerte de Juan Pacheco, aún no estaban concluidas. Su hijo Diego López Pacheco, continuó en parte la obra de su padre, pero no le prestó demasiada atención a la fortaleza belmonteña, en la que quedaron bastantes detalles por terminar, entre ellos el almenaje.
Actualmente es propiedad de la Casa Ducal de Peñaranda descendientes de la Duquesa de Alba, María Francisca de Sales Portocarrero, hermana de Eugenia de Guzmán, más conocida como Eugenia de Montijo, que fue emperatriz de los franceses por su matrimonio con Napoleón III.
CASTILLO DE ALARCÓN
De origen árabe, dependió inicialmente la fortaleza del emirato de Córdoba. Tras la descomposición del califato cordobés y la formación de los reinos taifas, se subordinó al de Toledo. Durante su permanencia en poder de los musulmanes sirvió de bastión defensivo en sus
pugnas internas. En 1184, Fernán Martínez de Ceballos, capitán de las tropas de Alfonso VIII, asedió la fortaleza durante nueve meses y la ganó finalmente para su rey. Se vio recompensado con el privilegio de tomar el nombre de la villa por apellido, cosa que hizo, pasando a llamarse Martínez de Alarcón y dando con ello origen a este nuevo linaje.
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A partir de entonces, el castillo de Alarcón mereció la atención de los sucesivos reyes de Castilla que lo engrandecieron y reforzaron, a la par que le dotaron de un fuero propio (1186) y le otorgaron el señorío de amplios territorios circundantes. Todo ello fue puesto en manos de la Orden Militar de Santiago por Alfonso VIII. Cuando en 1212 se libra la trascendental batalla de Las Navas de Tolosa, el concejo de Alarcón concurre a la misma sumando sus propias tropas a las del rey. A principios del siglo XIV, el Infante don Juan Manuel recibió de Fernando IV el señorío de Alarcón, castillo incluido. En este noble retiro escribió alguna de sus obras literarias. A la muerte del infante retornó al patrimonio real, para ser cedido ya en el siglo XV a don Juan Pacheco, marqués de Villena. El marquesado, en las personas de don Juan y de su hijo don Diego López Pacheco, tomó partido por Juana la Beltraneja y se enfrentó a los Reyes Católicos; en esta porfía logró mantener los castillos de Belmonte, Garcimuñoz, Alarcón y el Ducado de Escalona . .
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